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Adictos a la pantalla
[Revista Nro.85 Por Andrea López E.Asesoría: Verónica Silva, psicóloga del Consejo Nacional de Televisión.

Por muy pequeño que sea un niño, la televisión y el computador son parte de su entorno. Mejor que una batalla frontal contra ellos, es darles un buen uso.

En Chile casi el cien por ciento de los hogares de las zonas urbanas cuenta con al menos un televisor, y su total ausencia sólo pena a las zonas rurales muy apartadas. Por lo tanto, el contacto de los niños con la televisión es inevitable. Lo mismo pasa con los computadores, pues cada vez son más las casas que cuentan con uno.
Negar por completo la televisión o el computador a un hijo, sólo tiene el efecto de retardar el momento en el cual se hará adicto a ellos, contraviniendo las órdenes de los padres. Buscará cualquier excusa para ir a ver televisión a la casa de los amigos y perderá la tuición paterna, en éste y en otros aspectos.
Un estudio de la Universidad de Harvard señala que antes de empezar el colegio, un niño, en promedio, ha visto más de 5.000 horas de televisión. Como ésta, hay varias cifras que demuestran la influencia de estos medios electrónicos. Sin embargo, los padres no pueden dejarse intimidar por ellos y deben ponerlos al servicio de su hijo.

Por qué le atrae la televisión y el computador

Hay guaguas de 6 meses que ven TV. Esto se debe a que les gustan los estímulos que reciben como son las luces y las canciones. A partir del año, surge una atracción por imitar ruidos o gestos que aparecen en la pantalla e identificar a los personajes que más agradan.
Asimismo, un niño entre 1 y 4 años tiene una relación física con la TV. Toca la pantalla para estar cerca de los personajes que más le gustan y muchas veces se enoja con la televisión.
Los juegos de computador también ejercen una gran atracción en el preescolar. Cae en una especie de trance, intentando vencer los desafíos que le presentan estas modernas aventuras virtuales. El pequeño se fascina al comprobar que puede coordinar sus movimientos y lograr el objetivo que le plantea el computador. Además, como para él la frontera entre realidad e imaginación es frágil todavía, estos juegos lo cautivan.
Tanto la televisión como el computador permiten a un niño, menor de 4 años, crear mapas mentales en que se conectan las imágenes, sonidos, movimientos, palabras y narraciones, que le entrega la pantalla.

Cómo evitar la adicción

La forma en que una familia vaya a usar la televisión y el computador depende de la actitud de padres e hijo ante ellos. Es fundamental tener claro que se puede caer en la adicción y que existen una serie de pasos para evitarla:

-  La televisión y el computador no son la solución para ningún problema; no sirven para que el niño se tranquilice o para quitar el aburrimiento.

- Tiene que haber un consumo activo de la televisión: es decir, encenderla sólo para ver un programa determinado. Incluso a esta edad se le puede pedir al niño que seleccione lo que va a ver.

- No a la TV prendida como música de fondo. Una vez que se acabó el programa seleccionado, la TV se apaga. Para esto hay que enseñar al menor cómo se hace.

- Ubicar los aparatos de TV y los computadores en un lugar común para la familia y no dentro de las respectivas habitaciones. Esta es una oportunidad más para compartir en familia.

- Los padres tienen que dar el ejemplo. La mamá adicta al computador o el papá que se zambulle en la televisión pueden tener la seguridad de que su hijo hará lo mismo.

- Según los estudios, el preescolar no puede pasar más de una hora frente a la televisión y el computador para que haga un buen uso de ellos.

- No a la niñera electrónica. La televisión y el computador no pueden ser un recurso fácil para desentenderse del hijo.

- Animar al niño a hacer otras actividades, juegos y deportes. Para ello, los padres deben estar dispuestos a compartir más tiempo con su hijo, a leer cuentos, pintar, dibujar y armar juguetes.

- Fijarse si el niño está nervioso, irritable o duerme mal, pues puede ser un efecto de un exceso de TV o de jugar en el computador. Ambos se deben apagar por lo menos una hora antes de ir a dormir.

- Para que no se canse la vista frente a la TV ni se produzcan problemas visuales, el niño tiene que ver TV con la luz encendida, a no menos de 3 metros de distancia y no más de 60 minutos seguidos.

Cómo dar un buen uso

Mientras se prepara el almuerzo o se baña al hermanito recién nacido, es posible -¡y comprensible!- que el niño esté unos momentos solo ante la pantalla. Pero no es el ideal. En lo posible hay que estar cerca del niño mientras ve televisión. De este modo se podrá luego conversar sobre sus programas favoritos y aprovechar lo que muchas veces enseña la TV. Si , por ejemplo, en un programa están enseñando a lavarse las manos, comentárselo al niño para reforzar lo que él ve y pueda asimilar esa conducta.

Alertas contra la TV

Algunos estudios dicen que la TV no es recomendable para niños menores de dos años porque los estímulos recibidos retardan el desarrollo neurológico. La Academia Americana de Pediatría advirtió que el cerebro de los lactantes necesita interacciones directas con sus padres para crecer sanamente. Los niños no sólo reconocen los estímulos visuales y auditivos, sino también el contacto físico y la comunicación gestual. La televisión interfiere en ese proceso social porque no satisface todos los requerimientos del bebé, sino que se limita a proporcionar respuestas bidimensionales.
Además, algunos pediatras han establecido una relación causa-efecto entre el llamado Síndrome del Niño Cansado (que incluye ansiedad, fatiga crónica, falta de apetito, dolor de cabeza y vómitos) y la excesiva exposición de los niños a la televisión de tres a seis horas diarias.

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